Un grupo de niños organizados de Iquitos y Lima pidió al Banco Mundial, al Estado Peruano y al resto de países a enfocar los proyectos de inversión en las comunidades en base al respeto de los derechos de las personas y al diálogo continuo para lograr el empoderamiento de la población.
“La opinión de un niño es tan importante como la de los adultos y por eso queremos aprender a negociar y dialogar juntos. Deseamos comparar opiniones y fusionarlas para decidir”, expresó Franz Navarro (13 años), representante de las organizaciones de niños y niñas de Belén, Iquitos.
Durante el panel “Protección de los Derechos del Niño en las Salvaguardas del Banco Mundial”, organizado por el Bank Information Center, el Instituto de Formación para Adolescentes y Niños Trabajadores (INFANT) y Save The Children International, el adolescente agregó que el Banco Mundial debe alimentarse de una población luchadora, que desarrolla capacidades a partir de sus vivencias y limitaciones y no de una población vulnerable, centrada en sus problemas y a la que hay que asistir.
“Para nosotros nuestros derechos humanos y cultura no son negociables. Queremos ser una población confrontadora, a la que le digan “yo confío en ti y quiero que te empoderes” y que a partir de ese empoderamiento nuestra población se vuelva autónoma y sostenible”, recalcó.
En tanto Séfora Amias (11 años), también de Belén, opinó que el modelo del Banco Mundial no posee un enfoque de derechos humanos, por lo que consideró que “no basta consultar, debemos dar el consentimiento junto a nuestras familias y amigos, que todos tengamos voz y voto para participar”
Ambos niños coincidieron en que es importante el respeto a las poblaciones, el desarrollo armónico con la naturaleza, la sabiduría ancestral, la felicidad y la ternura para que haya menos estrés y más buen humor junto a la cero violencia desde el vientre de la madre y al amor por el otro.
Por su parte Gabriel Herrera (12 años), delegado del Consejo Consultivo de niños, niñas y adolescentes de Lima Metropolitana (CCONNA), consideró importante trabajar en base a cuatro ejes: educación, naturaleza, salud y trabajo.
“Se debe crear ciudades y comunidades educadoras, relacionarnos de la mejor forma con nuestro medio ambiente y luchar contra la desnutrición crónica. Todo proyecto de inversión debería apuntar a reducir este problema porque impide el real desarrollo de las poblaciones. Por esto los niños que trabajamos somos una población luchadora y cuestionamos todos los tipos de explotación existentes”, remarcó.
De otro lado, el experto en derechos de infancia Alfredo Pérsico, señaló que “el desarrollo no se puede desvincular de los derechos de los niños a fin de que toda la población siga participando activamente. Queremos que el Banco Mundial tenga a bien dialogar y que cada derecho sea un eje de desarrollo para que los niños puedan ejercer sus derechos con igualdad”.
Esta reunión se realizó en el marco del Foro organizado por la “Plataforma Alternativa frente al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional”, la cual se llevó a cabo en paralelo a la Junta de Gobernadores de ambas entidades en mención, que se realizó en Lima del 3 al 11 de octubre y en donde participaron representantes de gobiernos y organizaciones de diversas partes del mundo.
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PRENSA INFANT