Con mensajes alusivos a la protección de la naturaleza y de la tierra que nos alberga, las niñas, niños y adolescentes organizados de las comunidades del río Itaya celebraron el “Festival de la Tierra 2015”. Los pobladores de San Andrés, San José, Nuevo Campeón y Ocho de diciembre participaron en diversas actividades que los pusieron en contacto con el medio ambiente y con los bosques que los rodean.
Este festival contó con la participación de una delegación de ciudadanos japoneses del Barco de la Paz (Peace Boat), quienes intercambiaron experiencias con los niños para conocer más sobre la forma en la que viven en armonía con la naturaleza. Barco de la Paz es una organización que realiza viajes alrededor del mundo para promover la tolerancia, el turismo responsable, el desarrollo justo y sostenible, así como el respeto por el medio ambiente, buscando crear conciencia para lograr cambios en la sociedad.
Luego de darles la bienvenida, los niños y niñas invitaron a los ciudadanos japoneses a participar de un vistoso pasacalle desde la comunidad de San Andrés hasta Ocho de Diciembre. Los visitantes recorrieron las comunidades en bote y a pie, participaron en diversas actividades lúdicas y también presenciaron la inauguración de los baños secos en las comunidades de Nuevo Campeón y Ocho de Diciembre.
Sin duda la ceremonia más simbólica fue el ritual de la Tierra, momento místico que hizo reflexionar a todos sobre la importancia de preservar nuestras riquezas naturales. Otro instante emotivo fue escuchar al coro de los niños de San José, quienes con sus melodiosas voces deleitaron a los participantes de esta festividad.
La tercera edición del “Festival de la Tierra” se realizó con el apoyo del Instituto de Formación para Adolescentes y Niños Trabajadores (INFANT) y la Fundación Bernard Van leer. Una vez más, los niños y niñas fueron los protagonistas a través de la exhibición de productos elaborados por ellos mismos con material reciclado, actividades lúdicas y danzas en las que animaron a todos los asistentes a participar.
Esta celebración fue un espacio propicio para promover ante el mundo los atractivos turísticos de la zona de Belén. Como sabemos se trata de un distrito que durante seis meses está completamente inundado y todas las actividades se realizan sobre el agua, los otros seis meses del año la población puede movilizarse en tierra.
PRENSA INFANT