Este fin de semana, la comunidad se reunió para vivir una experiencia diferente: una tarde de cine comunitario, organizada en el marco de la segunda etapa del proyecto que promueve las paternidades corresponsables y la construcción de familias sin violencia.

Esta actividad, pensada como una estrategia cultural y participativa, buscó abrir el diálogo de manera sencilla y fortalecer los lazos vecinales a través de una experiencia colectiva.
Una convocatoria hecha por la propia comunidad
Para lograr una gran asistencia, se desplegaron diversas acciones: volanteo casa por casa, afiches en puntos visibles, difusión de flyers digitales en grupos de WhatsApp comunitarios, además del perifoneo que recorrió las calles un día antes y el mismo día del evento.

Una tarde de encuentro y diálogo
La función inició a las 5 de la tarde, momento en que muchas familias ya estaban de regreso en sus hogares. El equipo de facilitación del proyecto dio la bienvenida y compartió los objetivos de la iniciativa.
Antes de la película principal, se presentaron cortos institucionales de INFANT, mostrando el trabajo comunitario en torno a los huertos, la crianza con ternura y la participación de niñas, niños y adolescentes. También se proyectó un video sobre la importancia de la paternidad activa.

Durante la proyección, no faltó la tradicional canchita que dio un aire cercano y acogedor al encuentro.
Más allá de la película
Al término de la función, se abrió un breve espacio de reflexión comunitaria donde se compartieron ideas y se brindó información sobre las próximas actividades del proyecto. Además, se entregaron materiales informativos e invitaciones a seguir participando.

El cierre tuvo un toque especial: una vecina de la comunidad ofreció un refresco caliente, gesto que aportó calidez y reforzó el sentido de comunidad.
